En un movimiento enfocado en perseguir a aquellos que atentan contra la privacidad de sus usuarios, Google ha eliminado cerca de 600 aplicaciones de su tienda digital, Play Store, debido a la forma en la que recolectaban información.
Adicionalmente, la subsidiaria de Alphabet aseguró que empezará a poner restricciones nuevas a la forma en la que las aplicaciones adquieren datos, en especial aquellos más sensibles como la geolocalización de los usuarios. De entre las restricciones que se añadirán, una será el impedir a las apps rastrear la localización de las personas en segundo plano.
Se espera que para el 3 de agosto, estas nuevas reglas se empiecen a aplicar para todas las aplicaciones, tanto actuales como nuevas, dentro de la Play Store.